La proliferación de la Industria Creativa llegó para quedarse. El concepto de economía naranja no es algo nuevo, sino que ahora vine en otros formatos para distintos usuarios. En la antigua Roma, los circos y cualquier forma artística que transmitía emociones a un público generaban un valor e ingreso económico. A través del cine, las culturas y vivencias viajaron largas distancias para compartir sus inventos artísticos, gran ejemplo de ello sigue siendo El Cirque du Soleil, que ha contribuido a la economía creativa, pues sus ventas anuales superan los 800 millones de dólares donde predomina la creatividad, el talento y la innovación de sus espectáculos atrayendo a miles y miles de espectadores.
Sin embargo, la Creatividad no solo pasa por lo artístico, como siempre se pensó en la antigüedad, es un proceso sistémico en el que intervienen distintos factores, no solo en la generación de ideas, sino que implica la transformación de estas ideas en conceptos de valor, en la solución de problemas, en mejoras de procesos e innovación.
Sabiendo que, las tres habilidades más requeridas por los empleadores en el presente - futuro, son la resolución de problemas complejos, el pensamiento crítico y creatividad, no considero esta última como la 3° habilidad más requerida, sino como parte inseparable del pensamiento sistémico.
Se calcula que, 85 millones de los trabajos actuales va a desaparecer debido a la automatización de los procesos y a la inteligencia artificial dentro de los próximos 20 años y sobrevivirán aquellas profesiones que no puedan ser reemplazadas por la IA, nuestro pensamiento creativo será nuestro gran aliado.
¿Qué es la Economía Naranja y su articulación en el desempeño humano?
El término “economía creativa” se dio a conocer por primera vez en el año 2001 durante una entrevista concedida al escritor John Howkins, en la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) con la publicación del libro “La Economía Creativa: Cómo las personas hacen dinero de las ideas”. La historia de esta industria comenzó así, y su importancia aumentó con la Agenda 2030 de la UNESCO ya que se relacionaba con los objetivos de desarrollo sostenible que se plantearon.
La Economía Creativa / Economía Naranja se define como, el conjunto de ideas creativas que logran transformarse en productos, servicios culturales y bienes que tienen un valor basado en la propiedad intelectual. Se divide en las siguientes categorías:
1. Industria cultural: donde se encuentra la gastronomía, publicidad, arquitectura, entretenimiento, arte y diseño.
2. Economía del conocimiento: presente en la industria aeroespacial, de nanotecnología, robótica, tecnología, desarrollo, educación, investigación y telecomunicaciones.
Todas las actividades que estén relacionadas con estas áreas se consideran como economía creativa, sin embargo, el concepto aún está en desarrollo, por lo que se espera que se incorporen otras áreas en el futuro. Los bienes, productos y/o servicios que surgen de las ideas son capaces de generar ingresos a las marcas.
¿Por qué se asocia esta economía con el color naranja?
La respuesta es simple, este color representa creatividad, identidad y cultura. La economía naranja incluye todo lo que esté vinculado a las industrias creativas. El BID (Banco Interamericano de Desarrollo) la define como el grupo de actividades a través de las cuales las ideas se transforman en bienes y servicios culturales y creativos, cuyo valor está o podría estar protegido por derechos de propiedad intelectual (DPI).
La economía creativa se estructura en diversas áreas, la creatividad artística que involucra la imaginación, capacidad para generar ideas originales novedosas que interpretan el mundo expresados en arte, música, escritos e imágenes; la creatividad científica que involucra la curiosidad y disposición para experimentar y crear nuevas formas de resolución de problemas de las distintas áreas del conocimiento; la creatividad económica, un proceso dinámico que apunta a la innovación en la tecnología, prácticas comerciales, marketing, entre otras. La creatividad es transversal a todos los aspectos de la vida en los seres humanos.
No es casualidad que en el mundo entero se le esté dando mayor relevancia a la creatividad. Por años estuvo en el foco de la psicología. En los últimos 30 años todo dio un giro hacia las neurociencias y hace no más de 15 años es de interés para la economía, que está poniendo su principal foco en la creatividad aplicada en los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) y su implicancia en las industrias creativas, que se encuentran en el corazón de la economía naranja o economía creativa, teniendo ésta un valor en sí misma y un motor de desarrollo para la humanidad. Una vez se genera un hábito de la creatividad es sorprendente ver los cambios que pueden ocurrir.
Entonces, se puede decir que, la economía naranja, está alcanzando su desarrollo más alto. Es posible que, en unos años, pueda crear un cambio sustancial a nivel global sobre el entretenimiento individual, de forma masiva, con gran relevancia en realidad los aportes a la tecnología y la digitalización de los procesos a favor de la humanidad.
"Todo ha cambiado, está cambiando, y seguirá cambiando".
Desde siempre la historia de la humanidad ha vivido cambios, solo que ahora hemos tenido un ritmo de cambio indiscutiblemente muy superior que lo sucedido en estos últimos años. Estamos en una especie de "hiper-evolución". Es quizás para algunos imperceptible pero así se está dando.
En algunas de mis conferencias a distintas empresas, sobre esta temática, hemos reflexionado sobre cómo adaptarnos al cambio cuando enfrentamos una crisis y la importancia del pensamiento creativo como una de las habilidades que seguirá siendo requerida en las empresas del futuro.
Las empresas y organizaciones que fomentan la creatividad en sus equipos de trabajo, tiene visión de futuro ya que podrán generar ideas desde una nueva perspectiva y abiertos a las posibilidades, esto no solo dispone la habilidad para enfrentar los retos con los clientes externos sino también ayudará a tener un cliente interno más innovador.
El interés en promover el pensamiento creativo al ámbito empresarial conduce en primer lugar a valorar el proceso que se ha de seguir para llegar al acto creativo que dé un resultado innovador.
En un mundo donde los robots, algoritmos e inteligencia artificial juegan un papel cada vez mayor, la creatividad será clave para la formulación de nuevas soluciones. Las sinergias entre pensamiento creativo y tecnologías novedosas detonarán innovaciones que hoy apenas alcanzamos a imaginar. Su potencial para mejorar las vidas en la región es ya inmenso. Sin embargo, América Latina y el Caribe aún no aprovecha al máximo la intersección entre creatividad, innovación y nuevas tecnologías.
(Emprender un futuro naranja, BID, 2018).
Después de leer este artículo ¿Qué piensas de la Economía Naranja?¿Consideras que los gobiernos de América Latina y El Caribe deben invertir más en el desarrollo de una Economía Creativa?¿Crees que las empresas deben invertir en capacitación y formación de equipos más creativos e innovadores?
Wilmar Muñoz
Conferencista Internacional en Marketing y Pensamiento Creativo.
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